jueves, 3 de marzo de 2011

Elba Esther es amor



Algún alto grado de cursilería debe haber en quien llama PANAL (Partido Nueva Alianza) a una nueva organización política. La todavía secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, estructura este panal del cual ella será sin duda la abeja reina y los maestros del SNTE las abejas obreras (por cierto, ¿quiénes serán los zánganos?).
Ahora que la maestra reapareció en México, luego de varios meses de ausencia, más de un alto dirigente priista sintió escalofríos y seguramente la alarma cundió en el Comité Ejecutivo Nacional encabezado por Roberto Madrazo. "¿Por qué no se quedó Elba Esther en su exilio estadounidense?", se preguntarán con cierta inquetud el tabasqueño y sus más cercanos colaboradores. Tan tranquilos que estaban mientras veían cómo los foxistas atacaban sin piedad a Andrés Manuel López Obrador, en tanto ellos sonreían con astucia de chacales, muy escondiditos y en espera de devorar los restos del enfrentamiento. Pero aparece Gordillo y aunque diga que sólo vino para ver a su hija y a su nieto, pocos se lo creen y muy especialmente Bobby y su gang (y peor aún, en vísperas de tres elecciones estatales críticas para el PRI, sobre todo la del estado de Guerrero).
Todavía no entiendo por qué sus propios compañeros le tienen tanto pavor a Elba Esther. Cierto que como dirigente mayor del sindicato de los maestros posee, al menos en apariencia, un poder enorme. Cierto también que la peculiar manera como se ha vuelto íntima de “la pareja presidencial” puede causar escozor. Cierto que uno de sus más cercanos allegados, el ex priista Miguel Ángel Yunes, de pronto se ha convertido en una especie de súper secretario de estado -sin serlo oficialmente- y que ya realiza muchas de la tareas de Santiago Creel y del Bigos Ramón Martín Huerta. Con todo, dudo que la maestra Gordillo, estrella también de las cirugías plásticas extremas, pudiera poner en riesgo los planes madracistas para llegar a la candidatura del PRI a la presidencia de la república.
En alguna entrevista, Elba Esther se definió como una mujer llena de amor. Los priistas deberían aprovechar su sex appeal (tan escaso entre los miembros de ese partido) y utilizarlo como valioso capital político, en lugar de forzarla a irse a otro lado. Es lo mismo que sucede entre el PRD y la siempre horny Chayito Robles, quien con el puro título de su nuevo libro, Con todo el corazón, demuestra que las mexicanas metidas en las lides partidarias podrán ser firmes y decididas, pero que en el fondo son ante todo románticas, sensibles, tiernas y muuuuy amorosas.

(Publicado en Milenio Diario, el sábado 5 de febrero de 2005)

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